La Ciudad

El presidente de Emvial mintió sobre el vuelco de una camioneta oficial

El titular del Emvial, Miguel Angel Guzmán, volcó en enero en San Luis con una camioneta de esa repartición, la cual quedó destrozada. El funcionario, que viajaba con su hija, lo niega. Afirma que viajaba con dos trabajadores más, y que se rompió el motor en Córdoba.

El arranque del año no fue el mejor para el ingeniero Miguel Angel Guzmán. Partió de viaje a otra provincia en la Ford Ranger blanca, DC 4×4 modelo 2011, chapa patente KKY055, que se encuentra asignada a la presidencia del Emvial, volcó en la localidad de Beazley, San Luis, y se tuvo que volver sin el vehículo del municipio.

Si bien no hubo información pública sobre ninguna gestión a cargo de la presidencia de ente, lo cierto es que el funcionario, acompañado de otra persona, concretamente su hija de 13 años, protagonizó un espectacular vuelco el pasado 9 de enero -a casi un mes de haber asumido- en la ruta provincial Nº11.

Guzmán fue consultado ayer por LA CAPITAL y no sólo negó haber volcado la camioneta -ver foto y cobertura de la página web puntoapartesanluis.com- sino que mintió al limitar el incidente vial a un desperfecto mecánico: la rotura del motor. Pero su mendacidad fue más allá, ya que situó el problema en otra provincia. Dijo que rompió el motor en la localidad de San Francisco, Córdoba, cuando en realidad volcó en Beazley, San Luis. Entre lo que señala el funcionario y lo que reportan los medios e incluso la policía de San Luis hay 574 kilómetros de diferencia y siete horas de manejo.

Según el titular del Emvial, viajó a Córdoba a buscar una máquina hidroelevadora que estaba en reparaciones en San Francisco, Córdoba. Quizá, si no se conociese un justificativo en términos del interés público de ese viaje, también podría ser la historia de un uso indebido de los bienes del Estado.

“Se rompió el motor en Córdoba. No hubo ningún accidente. La camioneta se está arreglando en Córdoba. Viajé con dos mecánicos del Emvial”, afirmó Miguel Guzmán a LA CAPITAL.

En cambio, este medio puede confirmar que Guzmán volcó su camioneta el 9 de enero pasado a la 1.30 en la ruta provincial Nº11 a la altura de la estancia La Moneda, para ser más exactos, a 15 kilómetros de la localidad de Alto Pelado. El funcionario del gabinete municipal, de 46 años, según el reporte policial viajaba con su hija de 13. “Por razones que se tratan de establecer el conductor pierde el control de la camioneta, derrapa y vuelca”, se indicaba en el portal informativo de la provincia puntana. Y se añadía que “los ocupantes no sufrieron lesiones de gravedad y sólo fueron trasladados al hospital de San Luis para ser asistidos por prevención”.

LA CAPITAL confirmó lo apuntado en esa crónica periodística en diálogo con el oficial principal Diego López, jefe de la subcomisaría tercera de Beazley, quien además precisó la dirección de Guzmán en Mar del Plata, en la calle Santa Fe al 3300 según se consigna en el parte labrado en esa dependencia oficial.

La Ford Ranger no regresó a Mar del Plata y, donde esté, está desde hace 44 días. Como sólo tiene cobertura contra terceros, la reparación debe ser afrontada sin la intervención de la compañía de seguros ya que no colisionó contra nadie sino que volcó. Quedó confirmado en el parte policial que no hubo participación de otros vehículos.

Según trascendió, insólitamente, en la administración del Emvial empezó su curso una orden de compras de repuestos por alrededor de 72.000 pesos a la casa Igarreta de Mar del Plata que, aparentemente, tienen como destino la reparación del vehículo.

Dudas y preguntas

A partir de los hechos conocidos surgen algunos interrogantes. Por ejemplo, si el vehículo estaba siendo utilizado para fines personales ¿corresponde al Estado hacerse cargo de los gastos por las roturas o los tiene que afrontar el funcionario? Si se hubiera tratado de una mera cuestión accidental, es muy probable que no se hubiera tratado con tanto secreto y sigilo como se ha hecho hasta aquí. ¿Cuál es el motivo de este proceder? En caso de que se esté contratando una compra de repuestos indebida, en virtud del eventual uso personal del auto, ¿constituye una falta ética, una desprolijidad o un delito?

Los funcionarios públicos están siempre sometidos a la exigencia de dar cuenta pública de sus actos. El secreto no es amigo de la transparencia ni de la sana administración. En este caso concreto, o miente el funcionario o lo hace la policía que intervino en el vuelco. En el vuelco sucedido a casi 600 kilómetros de donde Miguel Guzmán dijo que se le rompió el motor.

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